¿HABRÁ QUE VOLVER OTRA VEZ A LAS SACRISTIAS?

BAJO LA ATENTA MIRADA DE DIAMANTINO. ¿HABRÁ QUE VOLVER OTRA VEZ A LAS SACRISTIAS?

Manuel Velasco Haro 29/09/2017.OPINIÓN.

Ayer en Sevilla, en el local de la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía, se celebró una charla-coloquio informativa sobre el conflicto que se está viviendo en Cataluña, y sobre el derecho democrático de los pueblos a opinar y decidir su futuro.

En el acto participaron profesores/as de la Universidad, dirigentes políticos y ciudadanos/as en general, interesados/as en tener una visión más documentada y objetiva de la situación.

A pesar de que en Andalucía no hay convocado ningún Referendum para decidir nada, ni se le espera, a corto ni a medio plazo, los poderes del Régimen, reinantes desde hace 40 años; PP-PSOE, sí han decidido por el contrario que cuanta más ignorancia haya sobre el tema, mejor. Por ello han dado órdenes, denegando los locales públicos que habían concedido por escrito semanas antes para este tipo de actos.

El ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el PSOE, ha denegado todos los centros cívicos, de igual forma, la Universidad Pablo de Olavide retiró la semana pasada el permiso para el salón de actos, a pesar de haberlo admitido días antes, y la Diputación de Sevilla, con mayoria absoluta del PSOE, ha hecho lo mismo, anulando la autorización que había concedido en el complejo educativo Pino Montano, que es de su competencia.

Estamos asistiendo a una involución sin precedentes de las libertades y derechos ciudadanos a manos de quienes presumen ante los medios de comunicación de demócratas, de tal forma que ha habido que improvisar sobre la marcha, solicitando locales de entidades sindicales y sociales.

Ayer, el catedrático de antropología social y cultural en la Universidad de Sevilla; Isidoro Moreno, mirando la foto de la pared, vino a decir: “Menos mal que a principios de los años noventa, entre varios fundamos esta asociación que presidió el cura Diamantino, en la que hoy podemos expresarnos, sino tendríamos que recurrir de nuevo a buscar curas valientes para reunirnos en las sacristias, como en los tiempos de la Dictadura”.

El problema es que incluso hasta en eso hemos retrocedido porque la mayoría de curas que salen ahora del seminario no llegan a los pueblos con las ideas del equipo de Diamantino, sino como: “simples funcionarios de oficios religiosos”.

En estos momentos, en los que el miedo a señalarse sigue haciendo tantísimo daño al libre pensamiento, se hace más necesario que nunca, desde el fin de la dictadura, tomar conciencia para no permitir que terminen por convertirnos en una sociedad totalmente ignorante, sumisa y manipulada.